lunes, febrero 06, 2023

Jenny Amor!!!

En lo primero: Yo te amo y te seguiré amando, porque me enseñaste a amar ya que ese es tu gran atributo en esta vida y lo irradias, infinitamente.

En lo segundo: Tu designación (AMOR) es lo máximo dentro de todo el universo de elementos que nos evocan el cariño, afecto, pasión, apego, ternura, devoción, etc. Cualquiera que se ha de involucrar con toda esa gama de elementos, deberá entender y sopesar la gran querencia que lo va a inundar. Desde que te vi sentí, admiré y supe que el firmamento había llegado hasta mí; plasmado en tu persona.

No puedo, sino, sentirme en el más absoluto agradecimiento por todo lo que me diste y también por lo que no me diste. Siendo aquello recíproco para conmigo, te pido el perdón más absoluto si no te di lo que esperabas y haber hecho realidad tus certezas (“tal cual”), luego de los episodios que se nos sucedieron.

En lo tercero:

Amar también es alejarse.

A sabiendas del todo que soy -tanto los atributos como las fallas-, son los errores los que me tienen, siempre, al pendiente de mi involucramiento. Siendo así, te agradezco que hayas obviado tantas caídas y que no me las dijeras; sino, las tomaste como una gran persona: siempre estuviste al pendiente de encargarte y hacerles frente.

Entendí, todo el tiempo, que tú debes estar a resguardo y no ser expuesta. Tu espontaneidad, tanto física como intelectual, ha de estar en franca y constante atención para que no se aproximen furtivas y arteras propuestas de admiración. Siempre tendrás aquello (protección, atención y condescendencia), mientras el compromiso sea en conjunto y no existan dudas de ambas partes.

La distancia que uno toma es para que lo edificado no se destruya. Tanto la admiración, el cariño, afecto y pasión deben quedar como un tesoro -a resguardo y sin contaminantes-, y no como una fugaz metamorfosis kafkiana.

En estos tiempos, y a mi edad, es impensable provocar pena, angustia y desdén en la persona amada. Pienso que por estar en aquel planteamiento, es que tú llegaste a mi vida y le diste alegrías, sosiego y encarecimiento. Por ello, si es que mi persona te dio más dudas que certezas, más penas que alegrías… Mis descortesías ya no se debían generar.

En lo cuarto:

Espero que no abandones tus pertenencias (pinturas) A ellas les has puesto toda la atención y la dedicación. Yo he sido el depositario de tu confianza y soy testigo de tu admiración por el color. Ahí está mucho de lo que tu personalidad entrega al avance, desarrollo y progreso. No me hagas pensar que puedo ser el estancamiento, hasta en los objetos.

Esperando no interrumpir en tus procesos, me despido.

Héctor Samuel Quijada Olguín.